La Diócesis de Iguazú celebra 39 años de historia, marcada por su crecimiento y liderazgo, en un contexto que inició con escasos recursos y una visión de futuro impulsada por sus primeros obispos y la comunidad local.
Este lunes, la Diócesis de Iguazú conmemora su aniversario número 39, desde su establecimiento oficial el 16 de junio de 1986, mediante la bula papal “Abeunt alterna vice” emitida por el papa Juan Pablo II.
El primer obispo en ocupar esta sede fue Joaquín Piña, quien lideró la diócesis durante veinte años, hasta su jubilación. Tras su retiro, Piña regresó a Posadas y participó en las elecciones constituyentes de 2006. En diciembre de ese mismo año, fue reemplazado por Raúl Marcelo Martorell, proveniente de Córdoba, quien permaneció en el cargo hasta su jubilación en 2020.
Precisamente, Martorell falleció un 16 de junio en 2024, coincidiendo con el 38° aniversario de la creación de la Diócesis.
Desde julio de 2021, la conducción de la iglesia en Iguazú está en manos del obispo Nicolás Baisi, originario de la provincia de Buenos Aires.
El origen de la Diócesis en Misiones Norte
La idea de establecer una segunda diócesis en la provincia de Misiones surgió a principios de los años 80, específicamente en la zona norte, debido al crecimiento poblacional y la dificultad que enfrentaba la Diócesis de Posadas para atender toda la región. En aquel entonces, el obispo Jorge Kemerer se encontraba en la tarea de administrar toda la provincia, que requería una estructura más especializada.
Sin embargo, en los primeros años, la creación de una nueva diócesis parecía lejana, ya que no existían suficientes parroquias en la región. En Iguazú, por ejemplo, solo había un sacerdote —el sacerdote verbita Domingo Gacek— y unas pocas religiosas encargadas del hospital.
El debate sobre la ubicación de la futura sede también fue intenso. Aunque algunos proponían Eldorado, la ciudad más grande y céntrica del Norte misionero, el obispo Kemerer apostó por Puerto Iguazú, por su ubicación estratégica y su potencial de crecimiento.
Finalmente, en 1986, el papa Juan Pablo II oficializó la creación de la Diócesis de Iguazú y designó a Joaquín Piña como su primer obispo. El recordado sacerdote solía bromear diciendo que “la culpa de todo la tiene Kemerer, que me propuso”, en referencia a su convocatoria desde Paraguay, veinte años antes, por parte del mismo obispo de Posadas.
El 16 de junio de 2024, en el marco del 38° aniversario de la Diócesis, se conoció la muerte del segundo obispo de Iguazú, Marcelo Raúl Martorell, quien ejerció su ministerio en la zona norte de Misiones desde diciembre de 2006 hasta julio de 2020.
Nacido en Salta el 1 de marzo de 1945, Martorell expresó su deseo de ser sepultado en el Santuario de la Divina Misericordia de Iguazú, donde descansan sus restos, en cumplimiento de su voluntad.