Cada vez más personas adoptan el ayuno intermitente como si fuera una fórmula mágica. Sin embargo, su popularidad en redes sociales ha generado una versión distorsionada del verdadero objetivo de esta práctica. Expertos advierten sobre los riesgos del efecto rebote y promueven una mirada crítica y personalizada de la alimentación.
En los últimos años, el ayuno intermitente ha ganado protagonismo como una estrategia para “desintoxicar”, “quemar grasa” o “controlar la ansiedad”. Lo preocupante es que muchas veces se practica sin supervisión profesional, motivado por recomendaciones en redes sociales más estéticas que científicas. Esta romantización del ayuno lo convierte en una conducta rígida, cargada de expectativas y culpa.
Aunque existen investigaciones que avalan algunos beneficios del ayuno en contextos específicos, no es una solución mágica ni aplicable a todas las personas. Saltarse comidas sin tener en cuenta el estilo de vida, el nivel de estrés, el ciclo hormonal o incluso la historia alimentaria puede generar un efecto rebote: comer en exceso luego del ayuno, mayor ansiedad y una relación conflictiva con la comida.
“La alimentación no debería vivirse como un castigo ni como una forma de ‘compensar’”, señala la licenciada en nutrición Gorgues Elen. “Ayunar por moda, sin comprender cómo funciona nuestro cuerpo, puede alejarnos del verdadero bienestar.”
Si te sentís identificado con esta situación, es importante que sepas que no estás solo. En nuestro consultorio trabajamos para acompañarte con herramientas prácticas y realistas, sin dietas extremas ni promesas vacías. Entender qué, cómo y por qué comemos es el primer paso para construir hábitos saludables y sostenibles.
Para más información o para comenzar un proceso personalizado, podés contactar a la Licenciada en Nutrición Gorgues Elen al 3757-525053.
IGUAZÚ.UNO te invita a informarte y cuidar tu salud sin atajos, desde una mirada integral y respetuosa.