Cada vez más personas se suman a la práctica de entrenar sin desayunar, pero ¿es realmente efectivo o puede ser perjudicial? La evidencia científica y la mirada profesional ayudan a decidir con conciencia.
El entrenamiento en ayunas se ha popularizado como una estrategia para “quemar más grasa” o “acelerar el metabolismo”. Sin embargo, como todo en nutrición y salud, no existe una única respuesta válida para todos los cuerpos ni todos los objetivos.
Al entrenar sin haber ingerido alimentos, el cuerpo utiliza reservas energéticas, lo que puede favorecer la oxidación de grasa. Pero también aumenta el riesgo de fatiga, mareos y bajo rendimiento, especialmente en actividades de alta intensidad o de larga duración. “No es lo mismo hacer una caminata suave que levantar pesas pesadas o correr una maratón”, aclara la licenciada en nutrición y entrenadora personal Gorgues Elen.
Además, entrenar en ayunas sin una alimentación equilibrada durante el resto del día puede generar desequilibrios hormonales, mayor ansiedad y pérdida de masa muscular. El ayuno no es magia, y su efectividad depende del contexto: objetivos, horarios, estado de salud y estilo de vida.
Si estás pensando en probar esta estrategia, lo mejor es hacerlo acompañado. En nuestro consultorio evaluamos cada caso de forma individual, ayudándote a encontrar lo que te funcione a vos. Para más información, contactá a la Licenciada en Nutrición Gorgues Elen al 3757-525053.
IGUAZÚ.UNO te alienta a moverte con conciencia, cuidando tu salud desde la ciencia y no desde las modas.