Las nuevas políticas económicas impulsadas por el gobierno de Javier Milei generan desafíos y oportunidades para los comerciantes de Iguazú, quienes deben reinventarse en un entorno de competencia internacional.


La ciudad de Puerto Iguazú está atravesando significativos cambios económicos debido a las políticas implementadas por el gobierno de Javier Milei. Estas transformaciones han tenido un impacto particular en el comercio local, según explicó Jorge Florentín, miembro de la Cámara de Comercio de Iguazú.

En diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones, Florentín señaló que si bien la economía muestra señales positivas, como el fortalecimiento del peso argentino y una baja en la inflación, hay sectores que aún enfrentan dificultades. “Iguazú, como ciudad turística y de triple frontera, experimenta dinámicas únicas que afectan a los comerciantes de diferentes maneras”, afirmó.

La nueva coyuntura económica ha obligado a muchos comerciantes a adaptarse. Algunos deben cambiar de rubro o ajustar sus estrategias para mantener la competitividad, especialmente frente a la presión impositiva y los precios más bajos en ciudades vecinas como Foz de Iguazú y Ciudad del Este.

“Misiones es la provincia con la mayor carga impositiva anticipada en Ingresos Brutos, y esto afecta directamente a Iguazú, que comparte esta presión con Posadas”, explicó Florentín. Esta situación coloca al comercio local en desventaja, especialmente cuando se compara con los precios más accesibles de las ciudades fronterizas.

El cambio de modelo económico también ha modificado el comportamiento del consumidor. Antes, las personas anticipaban la inflación acumulando productos, pero ahora prefieren ahorrar e invertir en bienes durables, como autos y motos. “El consumo en supermercados ha caído, mientras que el sector automotriz experimenta récords de patentamientos gracias a la baja en las tasas de crédito”, agregó Florentín.

Los nuevos programas de financiación con tarjeta de crédito lanzados por el Gobierno han proporcionado un alivio parcial, permitiendo a los comerciantes competir más efectivamente con sus pares de Paraguay y Brasil. “Estas medidas benefician tanto a los comerciantes como a los consumidores, quienes ahora pueden acceder a compras en cuotas con reintegros y garantías”, destacó Florentín.

A pesar de estas medidas, el problema de la competencia desleal persiste, complicando el panorama para aquellos que cumplen con todas sus obligaciones. “Competir en Iguazú es particularmente desafiante debido a la necesidad de enfrentar a dos países vecinos. Los cambios de rumbo económicos cada pocos años solo aumentan esta dificultad”, concluyó Florentín.