Tras revés electoral en PBA, el Gobierno enfrenta internas y dudas rumbo a octubre
MISIONES.UNO | Tras la derrota en la provincia de Buenos Aires, el oficialismo enfrenta tensiones internas y pase de facturas, mientras recalibra la estrategia rumbo a octubre con sus metas legislativas y de reformas en riesgo.
El Gobierno de Javier Milei ingresó en una fase de tensión interna tras una derrota electoral en la provincia de Buenos Aires que, según admiten en la Casa Rosada, no estaba en los escenarios previstos. En el oficialismo esperaban un resultado ajustado o, al menos, competitivo; el desenlace dejó a La Libertad Avanza en una posición más compleja de cara a octubre.
El tropiezo en el mayor distrito del país reavivó interrogantes sobre el desempeño nacional en los comicios legislativos, donde el oficialismo aspiraba a superar el 40% de los votos para configurar un Parlamento más favorable e impulsar en 2026 un paquete de “reformas de segunda generación” en materia laboral, tributaria y previsional. Ese objetivo quedó ahora condicionado por el resultado bonaerense.
En Balcarce 50 reconocen un clima enrarecido y con cruces entre distintos sectores de la coalición oficialista. Según versiones internas, se discute la responsabilidad política del traspié frente al espacio referenciado en el gobernador bonaerense Axel Kicillof. Dirigentes alineados con el asesor Santiago Caputo señalan a Martín Menem, Eduardo “Lule” Menem y Sebastián Pareja como parte de los errores de la estrategia en la provincia. En ese marco, también se menciona a Karina Milei como figura central en la conducción política del armado.
En paralelo, trascendieron gestiones y llamados de la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, al senador Luis Juez, así como referencias a la salida del exjefe de Gabinete Guillermo Francos, movimientos que algunos sectores leen como intentos de reordenamiento y de reasignación de responsabilidades. También ingresó en el radar Daniel Parisini, asesor cercano a Caputo, a quien críticos internos adjudican influencia en decisiones recientes. A su vez, Sebastián Pareja defendió públicamente su desempeño, argumentando que el espacio incrementará su representación local con más bancas de concejales respecto de elecciones anteriores.
La disputa por el rumbo político se suma a preocupaciones por el impacto del resultado sobre la estrategia nacional. En el oficialismo había expectativa por capitalizar, en octubre, indicadores que el Gobierno destaca como señales de orden macroeconómico, entre ellos la desaceleración de la inflación y la estabilidad cambiaria. Sin embargo, opositores cuestionan que esas variables se traduzcan en mejoras perceptibles en el Conurbano bonaerense y otros centros urbanos, y piden observar los próximos datos del Indec para medir pobreza e ingresos antes de los comicios.
El resultado en la provincia de Buenos Aires, el mayor bastión electoral del país, obliga a La Libertad Avanza a recalibrar su campaña, revisar su ingeniería territorial y definir liderazgos claros en un contexto de tensiones internas. En la Casa Rosada admiten que el margen de maniobra es acotado y que el tramo hacia octubre será determinante para el futuro legislativo y el programa de reformas del oficialismo.